A pesar de que el cafeto proviene de África, se ha relacionado al café con Colombia en muchas ocasiones debido a su gran calidad. Aunque muchas personas piensan que Colombia es uno de los mayores productores de granos de café, en realidad, su popularidad se debe a otras razones.
Exportando los secretos del café de Colombia: Cafeto
La planta del cafeto llegó a Colombia en el siglo XVIII, de la mano de los jesuitas, pero los primeros sacos de café no se exportaron hasta el año 1835. Antes de esto, solo unas pocas regiones de África y Europa, especialmente Holanda, producían granos de café en pequeñas cantidades.
Las plantas cultivadas en Holanda son las madres de los cafés latinoamericanos. Todo cambió cuando el café llegó a Colombia. Cuenta la leyenda que un sacerdote jesuita obligaba a sus penitentes a plantar cafetos para redimir sus culpas. Con esto, se comenzó a extender el cultivo de café.
Debido a las condiciones geográficas, la calidad de las cerezas de café en Colombia es muy alta. Su clima tropical y las altas montañas son ideales para el cultivo de café. Además, en esta región solo se cultiva la variedad arábica y su recolección sigue siendo manual, a diferencia de Brasil, el mayor exportador de café que utiliza maquinaria industrial.
Fama de Colombia
La fama de Colombia como productor de café se consolidó a finales del siglo XIX, cuando su consumo se expandió en los Estados Unidos. Esto aumentó la demanda de café colombiano. Durante el siglo XX, el café se convirtió en la actividad económica principal del país y en 1920 Colombia se coronó como primer exportador de la variedad arábica.
La creación de la Federación Nacional de Cafeteros en 1927 fue fundamental para que los caficultores pudieran cultivar en mejores condiciones. Esta institución ayudó a toda la región, desempeñando un papel que el Estado no ejercía y recaudando impuestos que se distribuían en la misma zona. El éxito de la Federación no se debió únicamente a su contribución al rubro, sino también a la creación de su símbolo en 1959: “Juan Valdez”.
Este personaje representó a los más de medio millón de caficultores y fue un hito publicitario que posicionó al café colombiano en todo el mundo, otorgándole el sello distintivo de “Café de Colombia” en 1984. La gran fama del café colombiano se debe a la calidad de sus granos, uno de los mejores y más reconocidos orígenes que debes probar.
Ahora que conoces sus secretos, cada sorbo de café colombiano será una experiencia única.