Hacer un buen café requiere de excelentes granos, una buena molienda y una técnica adecuada. Pero un elemento a menudo ignorado de la preparación de café en casa es lo que constituye quizás el 99% de la deliciosa bebida: el agua.
El agua rara vez es sólo agua. Siempre tendrá algo llamado sólidos disueltos totales (TDS en inglés). Estos son minerales y organismos minúsculos. Ya sean del suelo, el tratamiento de agua o el sistema de suministro de agua, estarán presentes en el agua y afectarán el resultado final de su preparación.
Nadie es capaz de notar los niveles de sólidos disueltos ni el contenido mineral del agua con sólo beberla, pero tampoco es necesario comprar un equipamiento especial si sólo tomaremos café en casa. La diferencia real es notable una vez que comienzas a preparar café.
El truco
El truco está en saber qué diferentes aguas producen diferentes resultados, por lo tanto, la clave es probar. Puede ser agua embotellada, agua filtrada en casa o incluso de la llave. Recuerda, todas las marcas de agua embotellada tienen diferentes composiciones minerales, mientras que el agua de la llave varía según la región. Prueba con diferentes aguas hasta que sientas que estás obteniendo el mejor sabor.
¿Cómo afecta el agua a las máquinas espresso?
Algo que pasamos por alto con demasiada frecuencia es el hecho de que una mala elección de agua puede causarle problemas a tu máquina de café. A veces un agua muy dura puede provocar obstrucciones o problemas en la caldera.
Encontrar el agua correcta no debiera ser complejo. Lo principal es usar agua limpia y filtrada con cierto nivel de contenido mineral, pero no demasiado. Es bueno consultar con la empresa qué agua recomiendan usar.
De todas maneras, ¡no olvides que lo más importante es la mantención periódica! Una máquina que recibe cuidados, es una máquina feliz.