La frescura es uno de los sellos distintivos del café de especialidad.
Ya sea que estés recién entrando en el mundo del café de especialidad o lo conozcas desde hace tiempo, es muy probable que sepas que la frescura del café tiene un gran impacto en el sabor.
Sin duda, la frescura es uno de los sellos distintivos del café de especialidad y es uno de los principales factores que atrae a muchas personas a explorar lo que la industria tiene para ofrecer. Pero, ¿Qué quieren decir exactamente las personas cuando dicen que la frescura es importante? ¿Y qué significa decir que un café es “fresco”? ¿Cómo afecta la frescura al café que tomamos en nuestras casas?
La frescura comienza en el cafetal
La forma en que se recoge, procesa, seca, almacena y envía un café en verde, tiene un gran impacto en su longevidad. Idealmente, es mejor tostar el café tan pronto como sea posible, después de que llegue desde su origen. Por eso es importante comprar de proveedores que puedan asegurarte que no estén tostando café añejo.
¿Cómo medir la frescura después de tostar el café?
Pasando del café sin tostar al tostado, hay dos factores principales a considerar cuando se piensa en la frescura: cuándo se tostó el café y cómo se almacena una vez que se abre la bolsa. Del mismo modo que desearías usar verduras frescas poco después de la cosecha o pan recién hecho después de hornearse, el café es mejor después de tostarlo.
Eso sí, hay que considerar que se debe reposar el café una vez tostado antes de molerlo y prepararlo.
¿Por qué necesitas dejar reposar el café?
El propósito de dejar descansar el café es permitir que escape el gas de dióxido de carbono. Esto permite una mejor preparación, lo que da como resultado un café más equilibrado y dulce. Con cafés más densos y tuestes ligeros, los mejores sabores pueden aparecer en el rango de 10 a 14 días después del tueste.
Una vez que haya comprado café, ¿Cómo mantenerlo fresco en casa?
Hay una serie de opiniones sobre cómo almacenar café. Nuestra recomendación es almacenar café en grano entero, ya sea en el empaque original, sellado con válvula unidireccional para que pueda salir el dióxido de carbono, o en un recipiente hermético.
Recuerda, el café es comida. A la comida le gustan los lugares frescos y oscuros para mantenerse frescos. Si el café se deja muy expuesto a los elementos, se pondrá añejo rápidamente.